El 25 de mayo, el Servicio de Correos del Vaticano emitió un sello para señalar el inicio del Año Ignaciano. No ocurre todos los días que un proyecto de la Compañía de Jesús reciba este tipo de publicidad de dimensión universal. La obra original representada es un cuadro del artista español de Málaga (Andalucía), Raúl Berzosa, nacido en 1979, que ha realizado numerosas obras sobre distintos temas, especialmente retratos, figuras humanas y escenas marinas. Se le conoce sobre todo por sus obras sobre las cofradías, esas asociaciones piadosas de seglares presentes en toda España, pero especialmente en Andalucía.
Según los servicios de correos del Vaticano, Raúl Berdoza ha querido representar un encuentro de Ignacio, en su lecho de convalecencia, con San Pedro, como vínculo directo con el Papa y el Vaticano. En su nota explicativa, Poste Vaticane señala que la ocasión es específicamente el 5º centenario de la conversión de Ignacio. La nota recuerda el acontecimiento de la batalla de Pamplona, la herida de Ignacio, su traslado a la casa familiar de Loyola y sus lecturas de la vida de Cristo y de los santos que guiarían su nueva vocación. Concluye con una referencia explícita a la espiritualidad ignaciana: “Esta experiencia se convertirá en el fundamento del discernimiento de espíritus y de los Ejercicios Espirituales”.
Además del sello propiamente dicho, se publicó un matasellos especial del día de la emisión, con la inscripción «5°centenario de la conversión de San Ignacio de Loyola». Se imprimieron 102.000 ejemplares del sello, con un valor de 1,15 euros por unidad.