La provincia de España (ESP) produjo una canción para el Año Ignaciano, intitulado Como el sol de la mañana.
Compuesta por Óscar Santos, promotor de Mundosí Producciones, cuenta para la interpretación con cantantes relacionados con la Compañía en diferentes realidades, como como Enric Puigròs SJ, Emilia Arija, Cristóbal Fones SJ, Maite López, Juan Carvajal… entre otros. En ella se celebra la conversión de Ignacio, un momento concreto y crucial en su vida que marca el devenir de lo que luego acontecerá. Es un punto de ruptura que responde a un proceso de silencio, desencuentro, ruptura y encuentro con Él.
La canción comienza en tiempo futuro, expresando un deseo, pues lo que tendrá que venir aún no es una realidad justo en ese momento. Utiliza la alegoría del sol y la mañana, que es el símbolo de la novedad, de renacer, de un nuevo amanecer que reedita la vida que se hace nueva cada mañana. Es el mismo Ignacio de ayer, pero con una experiencia de encuentro con Dios, que nace de nuevo, como sale de nuevo el sol cada mañana.
Las siguientes estrofas de la letra van recorriendo el peregrinaje en el que se convertirá la vida de Ignacio a partir de este momento. Incluye también la letra un fragmento de la oración “Tomad Señor y recibid” y hace un guiño o alusión a la herida. Ignacio se adentra en terreno desconocido, pero ya no es el mismo. Se adentra con un nuevo caminar un nuevo caminar físico, en alusión a la herida de su pierna, que es el detonante que propicia el tiempo de convalecencia que le permite hacer silencio en su vida para escuchar a Dios. Ese nuevo camino lo transita Ignacio sin reservas, pues abandona todo lo que tiene; sin temores, pues se adentra con una confianza nueva en Él; y sin mirar atrás, poniendo toda su vida en su nueva convicción y en su fe en Dios.
En palabras de Óscar Santos, “Al celebrar la conversión de Ignacio, recordamos también la necesidad de cada uno de nosotros de encontrarnos con Dios, de renovar ese encuentro. Es posible que muchas personas se encuentren con Dios en un momento de crisis, pero no siempre tiene que ser así. Podemos encontrarnos con Dios aún en los momentos de calma y paz de nuestra vida. Por eso, en la canción, realzamos que no todo parte de la nada al todo. Dios se encuentra con cada uno de nosotros y, con un sentido nuevo, potencia esa parte buena que ya un día se sembró dentro de cada uno de nosotros, alcanzando una nueva perspectiva con Él”.
Publicado en el sitio Ignatius500 de la Provincia de España. Enlace.